Desde siempre me ha gustado trabajar con las manos y con la cabeza. Imaginar, razonar, dibujar y crear.
He tenido la suerte de tener magníficos maestros, excelentes referentes y de disfrutar del oficio de carpintero, tanto en su vertiente convencional como de su parte más artesana y tradicional, desde 1985.
Forjando mi experiencia con grandes, medianos y pequeños proyectos, retablos y monumentales cajas de órgano, balaustradas y decoraciones talladas para muebles, complejas cubiertas, muebles exquisitos, singulares escaleras...
Aportando soluciones técnicas y constructivas sin descuidar aspectos estéticos. Buscando la convergencia entre la artesanía y el arte.
Aprendiendo a entender y sentir la madera, a diseñar y crear estructuras, mobiliario, elementos funcionales y piezas decorativas, y a extraer la belleza y el alma que esconde entre sus fibras.
Mi afición por la tornería me acercó al mundo de la luthería y a interesantes proyectos de formación.
Durante más de una década compaginando esas labores con trabajos de gabinete llevando a cabo tareas de delineación, proyectos de arquitectura e ingeniería y diseño gráfico, con aptitud y solvencia.
Me apasionan pequeñas ideas que puedan convertirse en grandes proyectos.
Soy Carlos Mur, mis manos hablan a la madera.